domingo, 17 de agosto de 2008

Amigos en el recuerdo


Ahora que me encuentro sumamente feliz. Que me siento amado profundamente. Que mi salud es excelente. Que disfruto de maravillosos paisajes: lindos y apacibles lagos, ríos que discurren entre exuberante vegetación, volcanes nevados con sus fumarolas volando hacia el cielo, gente amable por doquier que me saludan sonrientes, ahora que me encuentro muy bien acompañado tomando un exquisito vino procedente de viñedos próximos... Ahora, en estos momentos inolvidables, entrañables, en el que parece que me encuentro en el cielo, me acuerdo de mucha gente.

Me acuerdo de los amigos que están en soledad, sólo acompañados de su corazón triste y dolorido. A esos amigos les envío un fuerte abrazo de amor y de solidaridad.

Me acuerdo de mis amigos que se encuentran acongojados, deprimidos. Aquellos que los problemas reales o imaginarios no les dejan vivir en paz. A esos amigos les envío todo mi cariño y unas palabras de fe y esperanza en un futuro mejor. Estoy seguro que llegará la luz y la alegría a su corazón. Que no desesperen, que llegará el momento en que a su alma arribará una chispita de amor y de paz que les harán ver con los ojos del corazón. Y que no olviden que les amamos.

Me acuerdo de mis amigos que se encuentran enfermos o que cuidan a algún familiar con problemas de cualquier índole. Piensen que les tenemos en nuestras oraciones. Que les enviamos todas nuestras vibraciones positivas para que la situación revierta y mejoren. Que el tratamiento médico unido a la fuerza de la fe en la pronta recuperación, harán que mejoren y recuperen la sonrisa.

Me acuerdo de todos mis amigos. De aquellos que trabajan cada día, con esfuerzo, con alegría o con penas en el corazón. De aquellos a los que el paro ha hecho mella en su alma rica y amorosa. Aquellos a los que desengaños amorosos les han dañado su espíritu. A los que los asuntos económicos no les ha ido tan bien como quisieran y los ha sumido en la desesperanza.

Me acuerdo de todos mis amigos. De aquellos a quien todo les va bien y de aquellos que algo les corroe su mente y su conciencia.

También me acuerdo de aquellos conocidos o no, a quienes les aflige los mismos problemas, los mismos desafectos. Problemas de marginación y pobreza. Problemas de hambre de cultura, de educación, de pan y de todo lo que necesitan.

Me acuerdo de todos hoy que tengo lo que un hombre puede desear: una inmensa felicidad.
Un recuerdo emocionado para todos aquellos amigos que partieron hacia un nuevo amanecer. Que sepan, desde el ignoto lugar donde se encuentran, que dejaron una imborrable imagen en nuestar alma.
Envío un abrazo y mi cariño a todos mis amigos.
Y a los que se fueron, mi emocionado recuerdo.

8 comentarios:

Haideé Iglesias dijo...

Me ha encantado, me ha llegado tan adentro que según iba leyendo iba o entristeciendome por esos amigos o sonriendo por ver tu felicidad...las energías se transmiten que se transmitiran por el mundo... gracias por hacerme sentir así. Un cariñoso saludo.

Juan Antonio dijo...

Haideé, nosotros tennemos guardado tan buenos momentos, y tantos encuentros con personas maravillosas que es una pena que estén en el fondo de nuestra mente. Por eso me gusta ir sacando todos esos sentimientos para volver a disfrutar de ellos.

En cuanto a los amigos, me emociono mucho cuando me acuerdo de aquellos que ya partieron, me antecedieron en el viaje, pero que al final seguramente nos volveremos a encontrar en algún idílico lugar junto al Creador.

Un abrazo.

Marysol Salval dijo...

Hermosísima entrada, Juan, como todo lo escribes. Que esos sentimientos y toda esa energía positiva que emana de ti y de tu pluma llege a los más recónditos rincones del planeta donde están todos tus amigos, y que les llegue también a todos aquellos necesitados de un poco de afecto.
Eres un ser de luz, y esa luz se siente a pesar de la distancia.
Un abrazo

Juan Antonio dijo...

Gracias por tus lindas palabras, Marysol.

Los sentimientos que se llevan en el alma debemos plasmarlos en algún sitio, que sean un granito de arena para engrandecer el movimiento de humanización de la Tierra.

Un abrazo afectuoso

Monica dijo...

Hombre de gran corazón cuyo diástole-sístole es una gran campana de plata.Me uno a tí en esta cruzada del recuerdo ya que se me han ido amigos (muy jóvenes) y siempre pienso que estarán allí esperándome o vendrán a acompañarme, cuando yo parta.
Aunque triste, también es bonito saber que desde La Luz te acompañan y yo les pido que rezen por mi...
Pienso como Marysol,eres un ser muy especial.
Cariños sinceros.

Dejame que te cuente dijo...

me emocionas amigo...¡¡
el recordar aquellos que no tuvieron tanta suerte...justo cuando tu vida sonrie...te honrra...
un abrazo enorme y ojala tu felicidad dure toda la vida....sobre todo por que seas capaz de contagiarla y transmitirla...

Juan Antonio dijo...

Fire:

En general estamos acostumbrados a vivir el día a día. Hasta los místicos propugnaban el "aquí y ahora" como forma de elevación espiritual, pero a veces hay que acordarse del desvalido, de los que sufren y echar la vista atrás de aquellos que nos enriquecieron con su amistad y que ya no están con nosotros.

Luego, volveremos al "aquí y ahora".

Un saludo afetuoso

Juan Antonio dijo...

Mónica, te agradezco tus palabras. Son de gran valor al proceder de un ser de luz como tú.

Los amigos no se marchan definitivamente, están con nosotros desde la otra orilla. Llegará el momento de volvernos a encontrar.

Un afectuoso saludo