jueves, 28 de agosto de 2008

Insulto a la humanidad



El arrojar pescado u otra clase de alimentos a la basura es un insulto a la humanidad y al sentido común, habiendo tanta pobreza en el mundo. Muchas personas no tienen ni un pan que llevarse a la boca.


Algunas ONG se debían movilizar para tratar de llegar a acuerdos con esas organizaciones empresariales y con el Gobierno del país, con el fin de aprovechar todos los excedentes y paliar la escasez de alimentos de muchas familias.


Ocho mil kilos de merluza se arrojaron a la basura para estabilizar su precio.

La saturación de la oferta procedente de otros países y la menor demanda condicionan las ventas

El precio de la merluza "se ha recuperado" y está "dentro de la normalidad" desde que el pasado día 4 fueran arrojados a la basura en el puerto de Pasajes (Guipúzcoa) unos 8.000 kilos de este pescado al no encontrar un comprador que pagara por encima del precio mínimo establecido por la UE.


Ha señalado que en Pasajes no se ha tenido que tirar más merluza desde el pasado día 4, cuando se arrojaron a la basura unos 8.000 kilos, situación que se repitió en julio, cuando se eliminaron en este mismo puerto otros 18.000 kilos al no encontrar un comprador que pagara por encima del precio mínimo fijado por la UE.
Precios mínimos de la UE

La UE estableció precios mínimos de 3,63 euros para las capturas de más de dos kilos, 2,74 para las que pesen entre 1 y 1,5 kilos, y 2,70 entre el kilo y los 600 gramos, y abona la cantidad desechada, lo que llevó a los pescadores a arrojar estas partidas.


elpais.com


12 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Se acusa que el mercado es cruel. No es así los crueles, somos los seres humanos insensibles al hambre, dolor, miseria.

Saludos

La Morada dijo...

No lo puedo creer??
Que falta de solidaridad y de inteligencia la de esta gente!!
Que noticia más horrible... :(

Que difícil hacer que las personas tengan conciencia social...

Juan Antonio dijo...

Ulysses

Tienes toda la razón, el ser humano es muy insensible al dolor y a las penas de los demás. No obstante,hay gente que sí lo es y que levanta la voz y hace campaña paa sensibilizar a los políticos y al pueblo en general

Un abrazo

Juan Antonio dijo...

La Morada

Es difícil que la gente tome conciencia de que hay que ayudar al prójimo. Intentemos levantar nuestras voces y organizarnos para que eso no sea de esa forma.

Un abrazo

Karol ---de BH--- dijo...

triste realidade. Mais triste ainda é saber q há um modo de ajudar: Amor. Falta a mobilizaçao, falta abrir os olhos e ver a miséria dos outros que no fim é também a miséria dos nossos sentimentos.

Juan Antonio dijo...

Carol

Es muy cierto. Todo está en la falta de amor. En abrir los ojos a la realidad de muchas familias que pasan necesidades, mientras otros derrochan a manos llenas.

Un abrazo.

La Gata Coqueta dijo...

Hola Juan ¿como se anda?... supongo que bien, como yo en estos momentos.

Ha sido muy grata tu visita a mi-tu blog.

Y lo más grato es ver y saber que eres Canario, con la pasión que tengo hacia las isla y las personas que las habitan.

Las anduve todas, y todas son preciosas y a su vez todas distintas.

De echo aterricé el jueves en Fuerte-aventura, la reina del vento y estaré un poco de tiempo, nos hemos decidido por esta al comprar, porque es la menos masificada y sobre todo por el centro, nosotros no somos turismo somos unos majoreros más cuando aquí estamos.

Gran Canaria es una de las preferidas que frecuente un tiempo, pero por razones que no vienen ahora al caso, quedamos afincados en esta otra isla y me encuentro con muchas amistades y con una paz espectacular.

Volveremos a vernos si tu lo deseas, me das un toque en el último post, te fuiste al de la semana pasada y te he visto por casualidad, y así te pongo en las carpetas como anotación, si no se pierde todas las direcciónes.

Y enes unos blogs muy bonitos los tres con unas fotos maravillosas, lo que no es tan maravilloso es la historia de tirar comida en este caso merluza para subir los precios y muriéndose de hambre en otros países... esos son los monopolios y otras historias... que se le dejo entrar y afincarse en nuestra Península...

Recibe un saludo de quien te escribe.
Espero tu decisión en breve.

Haideé Iglesias dijo...

Nos engañan por lo antojadizos que nos volvemos al vivir en la constante insatisfacción, la cual genera ansiedad. Esta es indistinguible de la cotidianidad en la que los que habitamos en las urbes, no percibimos totalmente que estamos insatisfechos y la avaricia rompe el saco, no sólo el privado sino el del mercado. Por un lado los paises en vias de desarrollo vendiendo para salir adelante y por otro los que compran haciendo el truco para no dejar de ganar tanto dinero.
Así que no nos queda otra que comenzar por nosotros mismos.
Simplificar nuestra vida al máximo, no gastar en lugares que vendan más caro, no comprar aquello que sabemos es de precio engañoso. Está en nuestras manos. Seremos pocos, pero al final de unos pocos salen unos muchos. Yo no me dejo vencer por el desánimo que estas acciones preteneden transmitir, me niego en redondo.
Poco a poco vuelvo. Un cariñoso saludo.

Catalina Zentner Levin dijo...

Siento vergüenza ajena, y dolor por ese desperdicio de alimento que podría paliar tantas necesidades.

Abrazos,

Juan Antonio dijo...

Gatita coqueta

Qué bueno que me devolvieras la visita y que te gusten tanto mis Islas Canarias.

Te enlazaré para así estar más en contacto y poder enriquecernos mutuamente.

Un abrazo.

Juan Antonio dijo...

Haideé

Me encantó tu análisis de la sociedad consumista actual y la forma de combatirla.

La ansiedad que produce el consumismo desmedido que sólo se vive para lo material, el tener, el comprar y tirar.

Es muy lamentable que se llegue a esos extremos, pero hay gente con otra mentalidad que actúan de forma coherente con sus ideales y valores, por lo tanto no se dejan llevar por los falsos predicadores del bienestar, que sólo quieren llenar sus bolsillos a costa de las personas poco conscientes.

Un abrazo.

Juan Antonio dijo...

Catalina

Es lógico sentir vergüenza por la actitud de algunos al tirar la comida, para mantener los precios al nivel deseado por ellos, habiendo tanta hambre en el mundo.

Ojalá haya un cambio de ética y de otros valores en la sociedad en general.

Un abrazo