¿Medicina tradicional o alternativa?

Últimamente publiqué dos entradas, sobre el cloruro de magnesio  y sobre el limón y los importantes efectos beneficiosos de ambos. Desde entonces he tenido en mente publicar otra, en la que analizaría los conceptos de medicina tradicional, la alternativa y la complementaria, y mi posición sobre ellas.
La medicina convencional, tradicional o halopática es la que ejercen los médicos o doctores en Medicina, habiendo estudiado en universidades homologadas por los correspondientes Estados.
La alternativa es la que se utiliza en lugar de la convencional, como son los tratamientos naturales para tratar el cáncer, la diabetes y otras patologías. Su principal objetivo es curar y la paz espiritual que conllevaría la salud del cuerpo, utilizando la homeopatía y terapias como masaje, reflexología, aromaterapia, etc.;  también requiere buena alimentación y ejercicios físicos. Incluso potenciando la autocuración.
La medicina alternativa se usa en lugar de la convencional.
La complementaria es la que aplica la convencional y la alternativa al mismo tiempo, por ejemplo en un hospital usar la acupuntura para aliviar el dolor de un operado.
Y la medicina integrativa es la que combina la convencional, la alternativa y la complementaria.
Mi posición es usar las tres conjuntamente por un médico que fuera profesional en las otras dos también.
De ninguna manera debemos dejar totalmente la medicina convencional y abrazar la alternativa, y menos si ya estamos afectados con una enfermedad en estado avanzado.
En este caso estuvo un compañero mío que fue tratado sólo con la medicina alternativa hasta que falleció.
Yo mismo dejé el tratamiento con la medicina convencional, utilizando el alternativa,  y enfermé de tal manera que si no hubiera asistido a la consulta de mi médico tal vez no lo estuviera contando ahora mismo.
La doctora Ana María Polo, popular jueza que presenta con éxito Caso Cerrado en EE UU y varios países de Hispanoamérica, manifestó hace poco que ella fue tratada de cáncer de mama con terapias alternativas, sin dejar la medicina tradicional y recomendaba que nadie lo hiciera.
Al mismo tiempo, debo recomendar que tengan cuidado con muchos gurús que se están enriqueciendo a costa de la gente agobiada por la enfermedad, dándole falsas esperanzas y ofreciéndoles remedios “curalotodo”, con lo que están obteniendo grandes beneficios económicos.

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