jueves, 14 de octubre de 2010

Los 33 mineros salvados: Chile es una fiesta



Hoy 13 de octubre a las 22.34 horas salió a la luz Luis Urzúa, el último minero de la mina San José, a 30 Km. de Copiapó, en el norte de Chile, que había sufrido un derrumbe el 5 de agosto.
Todos los mineros fueron  recibidos con abrazos, cantos y mucha emoción por las autoridades, familiares, prensa y los que se habían reunido para darles la bienvenida. Todos, con el Presidente Piñera a la cabeza, dieron gracias a Dios porque se había producido  el milagro de sacarlos con vida.
Desde el primer momento, cuando se produjo el derrumbe, el país se sumió en la pena por la tragedia, pero ni las familias, ni las autoridades, ni el resto del pueblo chileno perdieron la fe, ni la esperanza de encontrarlos con vida. Desde entonces se iniciaron las labores de localización y búsqueda de los trabajadores, con el apoyo de familiares y amigos de los sepultados, en Campamento Esperanza, justo al lado de la mina.
El día 22 de agosto se tuvo contacto con los mineros por medio de una sonda, por la cual enviaron un papel que decía: ESTAMOS BIEN EN EL REFUGIO LOS 33”. A partir de ese momento la fe y la esperanza crecieron en todo el pueblo chileno y se unieron como una piña, como ellos saben hacerlo. Producen una energía y unas vibraciones que se extienden por todo el mundo. Si desde el principio la noticia de la catástrofe en una mina chilena había conmovido al mundo, después de saber que se encontraban con vida, todos siguieron al minuto el proceso de su rescate. Las televisiones y prensa escrita  de todos los países desplazaron a sus corresponsales a la mina para informar con detalle de todos los pasos del rescate y de las incidencias que se produjeran.
La energía del mundo entero se unió a la del pueblo chileno hasta culminar con éxito la operación San Lorenzo, en el rescate de los 33.
Gobernantes de todo el mundo se unieron con Chile, por medio de sus Presidentes o Primeros Ministros, con telegramas y llamadas telefónicas a Piñera.  Y se calcula que más de 1.000 millones de televidentes  siguieron el rescate por televisión.
En estos momentos el pueblo chileno se encuentra en la calle celebrando la fiesta del rescate de todos los mineros sepultados.
Y continúan cantando en sus casas, en plazas y en las calles, con flamear de banderas, la canción que se cantaba en el campamento desde el primer día, que resalta la fe y la esperanza, y en este momento la alegría y la conciencia de un pueblo unido ante la adversidad:
Chi- chi- chi
Le – le – le
Los - mi- ne – ros
de Chi – lé.
Este pueblo es el más clasista de Latinoamérica, como dice  Elizabeth Subercaseaux, en su novela “Vendo casa en el barrio alto”. Y este clasismo de arriba abajo, y de abajo arriba, produce resentimiento, dice la novelista chilena. Pero ante una catástrofe de esa naturaleza se une todo el país y arriman el hombro todos: desde el Presidente hasta el más humilde ciudadano.
Lo mismo sucedió con el terremoto del pasado 27 de febrero de este año, de 8.8 en la escala de Richter, con el posterior tsunami: se unió el país en la reconstrucción y puesta en marcha de la vida y la economía de Chile, después de la devastadora catástrofe.
El Presidente, en el discurso que puso fin a la operación  San Lorenzo, manifestó: “Dios no nos pone nunca una prueba tan fuerte que no la podamos enfrentar”. El recio pueblo chileno es orgulloso de sus instituciones, de su bandera, de su himno, de su historia y de su idiosincrasia.
Una enseñanza se debería sacar de este accidente: hay que mejorar la seguridad en todas las minas. Precisamente esto fue lo que le pidió Urzúa a Piñera: "Presidente, espero que esto nunca más vuelva a ocurrir".

14 comentarios:

Mayela Bou dijo...

Mi corazón se ha unido a los chilenos desde ayer!
Te he dejado un abrazo de apoyo en mi blog!
Un beso amigo!

Ligia dijo...

Todos esperamos que cosas como ésta no vuelvan a ocurrir. La felicidad por la salida de los mineros se respira en todos nosotros.
Gracias por tu visita a mi blog y tus comentarios. Abrazos de una lagunera.

Hada Saltarina dijo...

Me emociona la solución tan buena que se ha llevado a cabo. Me emociona cómo Chile ha ido superando tanta prueba tan difícil. Y además son rescatados sus mineros el 13 de octubre, uno de esos 13 en los que apareció la Virgen de Fátima. ¡¡¡Enhorabuena!!!

La Gata Coqueta dijo...

Es una gran emoción la que he sentido al saber que ya eran libres y los 33 la edad de Cristo...

Desde aquí seguia toda la información que a través de los medios nos acercan y ha sido maravilloso incluso cuando uno de ellos ha tenido una hija que le han puesto el nombre de Esperanza. No hay nada más emotivo y tierno para la memoria del recuerdo de las siguientes generaciones y las nuestras propias.

Un abrazo

Marí

Alimontero dijo...

Querido Juan, muy buena entrada, coicidente porque es y fue "el tema" que mantuvo al mundo pendiente... este país, tan pequeño dando muestras de UNIÒN ante la adversidad...y como dije en mi entrada "Los 33 Mineros",
Hemos sido “instrumento” para mostrar al mundo que ésto tiene un sentido: EL AMOR HACE la UNION, de donde todo se puede… volver nuestra vista hacia al corazón es nuestra misión hoy."

Existen dos conceptos importantes que están sucediendo aquí, la experiencia de los mineros que nos recuerda que teniendo fe y confianza podemos superar cualquier cosa, y el poder de los vórtices de compasión en conectar al mundo para cambiar los corazones y las mentes.

Los vórtices de compasión se crean cuando se produce un evento que une al mundo. Lo hemos visto entonces con el tsunami del 2004, los terremotos ocurridos en Haití y en Chile, los niños que fueron secuestrados y asesinados en Rusia, y otros desastres o eventos que hacen que el mundo se detenga por un momento y envíe sus pensamientos y oraciones a los afectados. En esos momentos estamos conectados, singularmente enfocados en aliviar el sufrimiento de aquellos involucrados, abriendo nuestros corazones para unirnos en su dolor, conscientes de que nuestra humanidad puede ser una fuente de conexión en lugar de separación.

Estos vórtices aparecen para que podamos abrir nuestros corazones y mentes, para unirnos y recordarnos que nuestros resultados más grandes los logramos cuando trabajamos juntos.

Perdona lo extenso...lo que pasa que como chilena tambien quise expresarme...;-)
Agradezco, asimismo, tus visita a mi blog Juan...,-)

GRACIAS!!

Ali

Alimontero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alimontero dijo...

Juan, por error, pensando que no habia salido el comentario, te lo repetí...;-)
Por eso lo eliminé...
Gracias
ali

Soñadora dijo...

Ha sido un maravilloso testimonio de Fe el que hemos podido ver en todo el mundo, llenos de emoción.
Besitos,

Melba Reyes A. dijo...


El caso ha conmovido al mundo entero. Todos nos hemos regocijado con este desenlace.

Ojalá se conmueva el corazón de los dueños de la mina, que esta larga jormada sea el inicio de mejores condiciones de seguridad para quienes se arriesgan la vida en las condiciones actuales.

Un abraz♥

SEISITO dijo...

Amigo gran momento hemos vivido, hoy chile no es desconocido para el resto del mundo.
CARIÑOS
maria antonia

Catalina Zentner Levin dijo...

¡Bravo por esos 33 hombres que han dado una lección de templanza y solidez!
Y por tu pueblo, magnífico y solidario.

Saludos,

Anónimo dijo...

Una gran alegría al desubierto.
De la oscuridad a la luz...
¡Aleluya!
Nuestro abrazo para todos.



Gracias.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Juan:

Gracias a Dios y a la gente que hizo posible el milagro, felicitaciones a las familias y a todo el pueblo Chileno por el pundonor demostrado ante el mundo.

Abrazos.

Yansidara dijo...

Juan querido amigo,
Las palabras en este momento sobran. Solo se decirte que nuestro jubilo es enorme ante el milagro del rescate.
Te abrazo con mucho cariño.