lunes, 1 de junio de 2009

En mi casa tengo un bosque (La Araucanía, Chile)


Todos los días me sumerjo en la espesura de la selva tropical que se inicia en mi jardín.
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Entro con el cuerpo preparado para relajarme, para unirme con la bella Naturaleza que Dios regaló a esta zona. Mi espíritu se sobrecoge ante la maravilla de cada planta, de cada árbol y de cada flor que me hablan y se unen a mí en espíritu. Los pájaros me saludan canturreando bellas melodías, los gusanos y las lagartijas me sonríen cuando paso.
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En la bella espesura del bosque contemplo la grandeza del Universo y la magnificencia de la pequeñez de algunas especies. Junto a un enorme coigüe se encuentra un pequeño y delicado helecho, y junto a la belleza de una esbelta y grácil araucaria se halla una nalca que ha recibido la visita de un minúsculo gusano.
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Me quedo contemplando largamente cada ejemplar en sus más mínimos detalles. Calculo la edad de cada una de las especies y me imagino las diversas situaciones por las que han pasado a lo largo de sus vidas. Días de intensas heladas que los hacen resguardarse íntimamente para protegerse de los fríos o tratar de unirse a otros para ayudarse mutuamente. O días de asfixiantes y tórridos calores que apenas podían respirar, o cuando se ha producido un incendio en las proximidades que les ha acongojado por la suerte que corrían sus congéneres.
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Pienso en la vida tranquila que han disfrutado durante mucho tiempo, siglos algunas especies. Un hábitat increíblemente bello, tranquilo, comunicándose con unas con otras donde se cuentan las incidencias diarias, sobre el tiempo atmosférico, sobre la enfermedad de algunos o de las muertes de otros. Todo en perfecta calma y armonía.
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Ahora llego yo al lugar. ¿Seré un extraño? ¿Perturbaré su vida de tranquilidad y de placer naturales? Yo les saludo cada día, les hablo y les comento algo, les pregunto por su salud, curo al que se encuentra enfermo. Yo me siento uno más dentro del hábitat natural en que viven.
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Finalmente llego a mi rincón de meditación que se encuentra bajo un majestuoso y centenario roble. Allí me quedo solo con mis pensamientos para luego pasar a la meditación, a dejar la mente en reposo, en calma. En lo más profundo se encuentra el Yo interior, allí también se encuentra Dios. Trato de avanzar despacio para llegar al apacible lago que me espera. El camino es largo, a veces se hace sinuoso, pesado, pues hay que subir cuestas pronunciadas y vencer dificultades, pero no me desanimo, pues hay que tener mucha fe y perseverancia.
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Y así subo un peldaño cada día en mi relación con las especies del bosque que me acompañan en mi camino y también en la senda hacia mi interior.
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En nuestro navegar por la vida, también nos debemos relacionar con la gente próxima a nosotros, ser compasivos, solidarios y no olvidarnos que en este maravilloso Universo en que vivimos, todos somos Uno y no debemos vivir en islas desiertas, creyéndonos autosuficientes y no repartiendo el Amor que Dios nos concede a nosotros cada día.
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Foto Juan Antonio

29 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Ante tanta hermosura y tranquilidad, poblada de sonidos naturales me imagino tu felicidad.
Frente a arboles ccentenarios nuestro ser humano empequeñece.
Observando esa naturaleza compañera sentires como lo que expresas de solidaridad son reales y dignos de tener en cuenta.

Que lástima que los seres no tengan momentos de tanta paz.

Saludos

Hada Isol ♥ dijo...

Uy que paz! me has dado mucha paz con tu escrito,sentí que caminaba a tu lado como espectadora de tanta belleza y de tanta comunión con la generosa naturaleza,me encantó leerte,me han dado ganas de salir al parque y caminar un rato! gracias mi mañana comenzó con mucha belleza gracias a ti amigo mío! que tengas un bello día!

Soñadora dijo...

Juan Antonio, me maravilla pensar que tienes la selva a la vera de tu jardín! Al pasear por ahí camino a tu rincón de meditación (menudo rincón!) debes sentir el sonido del viento, de los animalitos, y a la vez el tiempo se debe detener!
Muchas veces hemos soñado con mi esposo en vivir en un lugar así, tranquilo, apacible, cerca a un río y con mucha vegetación! Quién sabe.....algún día!
Besitos,

SEISITO dijo...

Juan Antonio, precioso tu patio cuentame se cultiva por ahi ¿Palo Negro? dicen que tiene propiedades anticancerigenas y se cultiva solo por la araucania.¡que envidia! respirar ese aire tan puro.
besos
Antonia

Catalina Zentner Levin dijo...

No me sorprende que la poesia vibre en ti, con ese hermoso clima que te rodea, el verde luminoso y fresco, ambiente propicio para el poeta.

Saludos afectuosos,

Melba Reyes A. dijo...


Bellísimo bosque, dan ganas de sumergirse en él.

Salud♥s

Anónimo dijo...

Que belleza el bosque Juan, pero además la narración de lo que sientes da una paz indescriptible, esa comunión con la naturaleza es un privilegio amigo, ciertamente que debemos valorarla. Un abrazo amigo! Vic

Mayela Bou dijo...

Que lugar mas maravilloso, debe de ser perfecto para entrar en armonía con la creación.
Un abrazo amigo mío!

Mar y ella dijo...

Extraño tanto esos lugares,creo que ya no podre volver.....me da pena..

Un abrazo disfrutalo..

Mariella

Anónimo dijo...

Hola Juan Antonio:
Que bonito escrito.
Es muy bello comprobar, como te recreas en la naturaleza y como ella te regala ese rato de tranquilidad que demandas. “La paz interior que tanto necesitamos”.
Es un placer leerte.
Muchos abrazos de tu mar y de tus boques. Y de mi parte un besito canario.

maracuyá dijo...

Claro que no sos un extraño, Juan.
Nadie que prodigue tanto amor, como vos, a lo que lo rodea, es un extraño.
Sos uno de ellos, tus bellas palabras lo certifican.

Un beso, desde mi río.

Elsis dijo...

Juan, que maravilloso poder disfrutar de tanta belleza, es grandioso que puedas apreciarlo, no creo para nada que seas un extraño, como dijo Maracuyá, vos sos parte de todo eso que te rodea.

Un fuerte abrazo querido amigo!

Mar y ella dijo...

Estan ustedes bién??


Un abrazo
Mariella

Alicia Abatilli dijo...

No somos islas, somos árboles buscan enlazar nuestras ramas...
Te dejo un abrazo.
Alicia

Lidia M. Domes dijo...

Qué lindo estar en conexión con la Naturaleza... En cada animal, en cada planta podemos sentir la Presencia de Dios. Recorrí contigo este bello espacio, y un poco más y me quedo meditando, allí, aunque mi cuerpo físico esté "aquí"... Si, todos somos UNO y estamos en todas partes...

Gracias Juan por tu LUZ!!!

Abrazos,

Lidia

Timoteo Estévez dijo...

buenisimo, es mejor disfrutar de la natutraleza!!!
un fuerte saludo desde republica dominicana.!!!

La Gata Coqueta dijo...

HOLA JUAN FELIZ DÍA!!

LO QUE ME HAS PEDIDO;
carmenchuela51@gmail.com

EN EL LOGO PARA ENTRAR EN EL OTRO BLOG YO PASO PERO DESDE LAS LETRAS DE ABAJO, NO DONDE DICE EL NOMBRE DEL BLOG.

OBSEVALO POR VAFOR Y SI SIGUE MAL ME LO DICES Y LO REFORMO DE DIFERENTE MODO.

GRACIAS POR PASAR A SALUDARME.

RECIBE UN CORDIAL SALUDO DE ESTA QUE TE HA VISITADO.

Sailor dijo...

Juan de verdad tienes una casa en el sur de Chile????

Si es así me voy a tomar mate uno de estos días contigo, jajajajaj!

abrazos y besos!!!

Que rico leerte de nuevo!!!

Elsis dijo...

Hola Juan, pasaba por aquí y quise dejarte un abrazo, feliz fin de semana, querido amigo!

Steki dijo...

Ayy, Juan! Qué bello recorrido por tu bosque. Realmente te envidio. Cuánta energía.
Beso de lunes para ti.
STEKI.

Silvia Cristina Cuesta dijo...

Hola Juan...he llegado a tu hermoso y cálido lugar...bellísimo por cierto!!!!
Siempre visito pero no todas las veces dejo comentario...disculpa...

Cuanta paz...cuanto amor...hay en estas letras que salen de un corazón feliz....me imgino como lo disfrutaís a este hermoso Paraíso....me gusta que dices que le hablas a las plantas y las cuidas...así debe ser....bellísima naturaleza...creada por Dios Nuestro Señor.....
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En nuestro navegar por la vida, también nos debemos relacionar con la gente próxima a nosotros, ser compasivos, solidarios y no olvidarnos que en este maravilloso Universo en que vivimos, todos somos Uno y no debemos vivir en islas desiertas, creyéndonos autosuficientes y no repartiendo el Amor que Dios nos concede a nosotros cada día.

Seguro en cualquier momento publico esta entrada en mi blog...me ha encantado...eres un ser lleno de Luz y Amor..querido amigo...

Cariños,

Silvia

P.D. Cuando puedas le tomas una foto al roble y la publicas...amo a los árboles...las flores....la Naturaleza..toda!!!!

Nerina Thomas dijo...

He estado contigo en el paseo, sentada a tu lado mientras meditas. Fue bello, sin duda. Todos somos uno.
un abrazo

Mar y ella dijo...

Están bién??.......se les extraña...

Mariella

La Calderón dijo...

Amigo Juan, si es que existe la sana envidia, yo la siento, porque desde hace muchos años he querido vivir en contacto con la naturaleza, como tú lo haces, pero, por distintas circunstancias de la vida, no me ha sido posible, espero que antes de la partida, Dios me conceda el deseo, y pueda disfrutar con las cosas simples de la vida, pero que a la vez, llenan nuestro espíritu.
Te envío un fuerte abrazo hasta la hermana República de Chile, yo he andado por Patagonia un par de veces, y de haber sido posible, no hubiera regresado, si tienes un e-mail, que creo que sí, el mío es tierrazana@yahoo.com.ar.
Susana.........

Anónimo dijo...

dónde anda mi amigo juan antonio!!!!!!!!!!!

abrazosss

Silvia Cristina Cuesta dijo...

Seguro que estas en tu Paraiso..envidiable!!!!

Disfruta segundo a segundo...las pequeñas cosas de todos los dias...

Sos una gran persona....

Desde Argentina un abrazo,

Silvia

La Calderón dijo...

Juan Antonio, has hecho un magnífico y minucioso relato de lo que vives en ésa antesala del paraíso: dichoso y bendito tú, que tienes la gracia de poder disfrutar lo que Dios nos ha dado, en grado pleno.
Amo la naturaleza, y se que no he de irme de ésta tierra, sin disfrutarla, como tú lo haces ahora.
Te envío un gran abrazo...
Susana.........

Recomenzar dijo...

belleza de texto y la foto increible amo la naturaleza tanto como vos

Steki dijo...

Buen día, Juan!
Que tengas una bella semana.
BACI, STEKI.